Houzz Logo Print
На фото: маленький весенний засухоустойчивый сад на переднем дворе в стиле модернизм с клумбами, полуденной тенью и мульчированием для на участке и в саду с
Natura Paisajismo Urbano
Natura Paisajismo Urbano
Средний рейтинг: 5 из 5 звездОтзывов: 5 Смотреть профиль

Xerojardineria

Dentro de la jardinería de nuestro territorio, el Jardín Mediterráneo es sin duda el estilo más adecuado ecológica y edafoclimáticamente hablando. Tal es su idoneidad, que asentó las bases para otras variantes, como por ejemplo la contundente Xerojardinería californiana: este nuevo concepto de jardinería se caracteriza por hacer un uso eficiente del agua, pues tiene origen en un movimiento social de concienciación e investigación en los Estados Unidos como consecuencia de una grave sequía que asoló California en 1977. Aunque cada estilo tiene una filosofía independiente, comparten ideología y normas básicas cuando indagas en profundidad. Los principios básicos de la Xerojardinería pueden recogerse en siete apartados fundamentales: planificación y diseño adecuados (haciendo hincapié en la definición de hidrozonas y de un mínimo de áreas sombreadas), sustrato adecuado, correcta selección de plantas, practicidad en las zonas de césped, sistemas eficientes de riego, uso de mulching y mantenimiento adecuado. A parte, las características diferenciadoras del Jardín Mediterráneo, es decir, sus fundamentos, quedan definidos por siete bloques: nivelación estricta del terreno, plantación bajo el nivel del suelo, creación de grandes zonas de sombra, empleo del arbusto, utilización de plantas autóctonas y naturalizadas, tratamiento del agua y diferenciación entre el jardín y el medio exterior. Habitualmente se tiene la concepción de que estas tipologías de jardines no tienen tanta presencia estética comparados con el estilo paisajista inglés, lo que no hace más que evidenciar una grave carencia en cuanto a cultura botánica de los países mediterráneos, puesto que contamos con la mayor biodiversidad vegetal de toda Europa aún por explotar. Debemos aprender a disfrutar de los cambios estacionales de nuestras praderas e interiorizar que un uso restrictivo del agua no implica renunciar al color o las texturas y reconocer nuestros verdes.