La decoración no entiende de edad

Si bien al abrir el hueco al salón, conseguíamos una conexión con la entrada, en este espacio, pensamos que deberíamos crear personalidad y delicadeza funcional. Diseñamos un armario de entrada optimo para el día a día, almacenaje y limpieza, pero que se uniría con la arquitectura pasando desapercibido. Y creamos un foco en donde colocamos un papel geométrico sencillo, que destacaríamos por el contraste de piezas industriales, o una iluminación puntual. Sobran las palabras para decir, que fue todo un acierto.